ENTREVISTA
A JUAN JOSÉ MORILLASPREGONERO
SEMANA SANTA 2006
Hemos
querido un mes antes del pregón
de Semana Santa del 2006, previsto para
el 8 de Marzo a las cinco y cuarto de
la tarde en san Agustín, entrevistar
al pregonero Don Juan José Morillas
Rodríguez. Este sevillano nacido
en la calle Feria, licenciado en Filosofía
y Letras y hermano de Macarena, Candelaria,
Gran Poder, Santa Marta, Servitas, Soledad
de San Lorenzo, Resurrección y
Ntra. Sra. del Carmen de San Gil, es
conocido por muchos de vosotros pues
fue el encargado de la promoción
a nivel nacional e internacional del
I Congreso Internacional de Hermandades
y Religiosidad Popular, de 1999, en su
calidad de miembro del Consejo general
de Hermandades y Cofradías de
Sevilla (1992-2000). Actualmente es
Presidente de la Asociación de
Belenistas de Sevilla y colabora con
diarios locales y revistas cofrades de
distintas ciudades de España.
Esperamos que esta entrevista os sirva para un mayor conocimiento de este pregonero
de lujo para la Semana Santa 2006.
¿Ilusionado con la idea de pregonar la Semana Santa de Barcelona?
Ya es un gran honor personal que los amigos cofrades de Barcelona cuenten con
un sevillano para pregonar su Semana Santa, pues supone un alto grado de confianza
y estima al que hay que responder al estilo de uno mismo, sin artificios, sino
más bien teniendo en cuenta la universalidad de nuestras celebraciones
pasionales.
Sin duda estoy encantado con ser el Pregonero de este año, precisamente
declarado por el Papa Benedicto como “jubilar” en el santuario de
la Virgen de Montserrat, vuestra Patrona. A un cofrade que se siente plenamente
comprometido con su fe y su forma de vivirla, obligadamente le tiene que ilusionar
este importante pregón, por la ciudad en la que se celebra y por la posible
trascendencia de compartir sentimientos paralelos.
Se acuerda de cuántos pregones lleva pronunciados? ¿Cómo
se definiría como pregonero?
No han sido muchos, pues he sido reacio a pregonar en ciudades o pueblos cuyas
Semanas Santas desconozco directamente, pues considero que un pregón debe
ser, fundamentalmente, reflejo de las vivencias cofrades de su autor. No obstante,
he aceptado el del Barcelona porque me une a esta capital, ante todo, las advocaciones
de Ntro. P. Jesús del Gran Poder y María Stma. de la Esperanza
Macarena, al igual que en Madrid, y a través de estos comunes Titulares,
puedo extender mis reflexiones y sentires al resto de las hermandades y cofradías
de la Archidiócesis. Existen siempre puntos comunes.
En Sevilla he pronunciado el Pregón del Cofrade, de la Hdad. de la Candelaria,
el de la Hdad. de la Sagrada Resurrección y el de los Reyes Magos del
pueblo sevillano de Pilas. El pasado año pronuncié el de la Hdad.
del Gran Poder y Macarena de Madrid.
Me considero un pregonero más de contenido que de forma, por ello no busco
expresamente el tan socorrido y habitual verso, aunque también los hay.
Prefiero la prosa poética y no la lírica forzada. Por supuesto,
nunca busco el aplauso fácil.
¿Cómo se ve desde Andalucía a las cofradías catalanas
de
inspiración andaluza?
En verdad, hay bastante desconocimiento de ellas, salvo en las que comparten
advocaciones con las catalanas. Pero lo que se conoce de éstas, se valora
mucho, pues sabemos de las dificultades y denodados esfuerzos que supone para
los cofrades de esta tierra mantener activas sus hermandades y sus salidas procesionales;
la sensibilidad de nuestros pueblos hacia las Semana Santa es bien distinta,
aunque sea por mera tradición. Los que estamos al tanto, admiramos el
trabajo de los cofrades catalanes.
Usted es de los pocos cofrades sevillanos que tenemos el gusto de ver en foros
nacionales. ¿A qué cree que se debe la poca implicación
de sus paisanos en Encuentros y Congresos de ámbito nacional?
Sencillamente porque el “ombliguismo” en Sevilla es demasiado acentuado,
incluso respecto de unas hermandades con otras de la ciudad. El sevillano tiende
a considerar que su Semana Santa es “la mejor del mundo” y no necesita
conocer nada más allá de sus límites locales, como mucho
provinciales. No son habituales de esos Encuentros, creen que no tienen nada
que aprender. Obviamente yo estoy en total desacuerdo, por algo cierto periodista
de Sevilla me apoda, cariñosamente, en sus comentarios, “canciller”.
Creo que siempre hay cosas que aprender, por muy importante, antigua o afamada
que sea su hermandad, y está hablando un hermano de la Macarena sevillana,
y también muchas experiencias que transmitir, enseñar y compartir;
no se puede ser tan egoísta que encerremos en nosotros mismos o en los ámbitos
más próximos únicamente cuanto pueda enriquecer espiritual
o cofradieramente a los demás hermanos de otras capitales. Seguro, y a
la experiencia me remito, que te lo agradecerán considerablemente.
Dada su experiencia en el mundo cofrade, ¿cómo valoraría
la situación actual?
En el aspecto de la cofradía, bastante bueno, con un número de
nazarenos creciente, el algunos lugares, o estable, al menos, en otros. Donde
han entrado las mujeres a formar parte de pleno derecho, se ha notado sensiblemente
en las procesiones, principalmente. También se están orientando
las hermandades hacia un cumplimiento más exacto de sus fines cultuales,
de caridad y formación, en sintonía con las exigencias de hoy para
los cristianos que profesan y practican su fe. Hay mayor sensibilidad que en
tiempos pretéritos por cuanto ha de caracterizar al integrante de una
hermandad, especialmente a quienes tienen la responsabilidad de gobierno. Pero
también aquí reside el principal defecto que observo en la actualidad,
pues son demasiadas las personas que están accediendo a cargos en las
hermandades sin la debida preparación, primordialmente religiosa, para
desempeñar sus obligaciones y difícilmente pueden ser testimonio
cristiano para los demás hermanos y para la sociedad en general, como
se nos exige en esta época de tan visible agnosticismo.
Además, en las ciudades en las que los miembros de una Junta de Gobierno,
especialmente el Hermano Mayor, tienen una cierta proyección social y
los medios de comunicación están a su alcance, esto es más
peligroso. Hay demasiados casos de incompetencia, altanería, absolutismo
e incluso despotismo, inadmisibles en las hermandades. O sea, antitestimonio
que ahuyenta a muchos hermanos, ante todo a los jóvenes. Hay que cuidar
al máximo estas desviaciones contemporáneas de algunas de nuestras
hermandades.
¿Algo que decir al mundo cofrade barcelonés de cara al pregón
del
día 18?
Hacerle extensiva mi gratitud a todos, aunque no hayan intervenido en la decisión
de invitarme a dar el pregón y, muy especialmente, a quienes acudan a
la Iglesia de Sant Agusti ese sábado. Espero que acepten de buen grado
las palabras de un sevillano que a pesar de no conocer, lógicamente, su
Semana Santa en vivo, no obstante se siente identificado con ella, como con las
de otras Comunidades, pues participo de lo que nos une y valoro y admiro lo específico
de cada una.
Deseo sólo hacerles una confesión en voz alta, salida desde el
corazón, con el que simbólicamente sentimos, y de la mente, que
le dará la forma literaria. Lo que oigan será un reflejo de mi
interioridad al pensar en nuestras Semanas Santas y de cuanto ha de anteceder
a esta esplendorosa catequesis plástica en nuestras calles sobre la Pasión,
Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.