ENTREVISTA A D. MARCELINO MANZANO VILCHESDELEGADO DIOCESANO DE HERMANDADES Y COFRADÍAS DE SEVILLA
Entrevista a D. Marcelino Manzano Vilches, Delegado diocesano de Hermandades y Cofradías de Sevilla
Foto. Marcelino Manzano Vilches (derecha),
acompañado por Manuel Zamora Negrillo
El fin de semana de 12 al 14 de diciembre, la Hermandad de Montserrat de Sevilla ha peregrinado a la Abadía de Montserrat, el plato fuerte de dicha peregrinación fue el sábado 13 con el rezo del Santo Rosario con la imagen de Nuestra Señora de Montserrat bajo palio, alrededor de la Abadía, acompañada por multitud de devotos venidos de Sevilla y otros andaluces residentes en Cataluña.
D. Marcelino, suponemos que cuando la Hermandad de Montserrat anunció su deseo que, para celebrar el Milenario de la Abadía y el 425 Aniversario de la Hermandad, habían pensado en subir con su dolorosa a Cataluña debió sorprende un poco ¿cómo recibieron en la delegación tal propuesta?
En realidad, ya conocíamos la propuesta con anterioridad, por conversaciones con el Rector de la Abadía, el P. Joan Maria Mayol, pues coincidimos anualmente en los encuentros nacionales de delegados de piedad popular, santuarios y peregrinaciones que organiza la Conferencia Episcopal. Y sí, ciertamente fue una sorpresa muy agradable. En la delegación acogimos la idea con mucha ilusión, por el gran significado espiritual que tenía, por constituir un momento histórico, y por ser una gran oportunidad para reforzar los lazos de unión entre Sevilla y Montserrat, que se remontan al siglo XVII, contribuyendo a la celebración del milenario de la abadía y de la devoción a la Moreneta.
¿Cómo Delegado Diocesano, nos puede decir cómo vivió usted esos días de peregrinación?
Personalmente, he ido como peregrino para encontrarme con la Virgen. Lo primero que hice al llegar a Montserrat es subir a su camarín y besar su mano. Junto a otros sacerdotes sevillanos, compañeros en el Cabildo de la Catedral de Sevilla, hemos participado de la vida de la comunidad benedictina de Montserrat, que nos ha recibido y acompañado con una hospitalidad que no puedo describir con palabras. Mención especial a las atenciones y la amabilidad de Dª Mireia, del CCP, y de D. Jesús Alcantarilla, responsable de seguridad de la abadía. Y ya con nuestro Arzobispo he participado en las actividades de la hermandad y en la convivencia con los numerosos peregrinos que llegaron desde Sevilla, especialmente el rosario con la dolorosa de Montserrat y la misa. Para mí han sido como unos ejercicios espirituales, llenos de gozo en el Señor, con el amor de la Virgen y la fraternidad de la hermandad. He de confesar que también me “escapé” a disfrutar una tarde de Barcelona, a visitar la Catedral, Santa María del Mar y la Sagrada Familia.
¿Cómo valora se programen estas actividades de hermandades sevillanas fuera de la diócesis?
Lo valoro muy positivamente porque las hermandades de Sevilla necesitan el contacto con otras realidades de la piedad popular universal, para que crezca en ellas una auténtica comunión eclesial: encontrarse con cofrades, con hermandades, con otras formas de expresar la piedad, posibilitando un rico intercambio que favorece a todos. Lógicamente, estas actividades no deben consistir solo en llevar nuestras imágenes a otros lugares, lo cual ha de suceder de forma muy excepcional, como el caso de Montserrat. Hay un bonito camino a recorrer: rezar juntos, celebrar la eucaristía juntos, formarnos juntos, etc.
En el Congreso Internacional sobre Hermandades y Piedad Popular celebrado en Sevilla en diciembre del 2024, se puso de manifiesto la importancia que dentro de la nueva evangelización tienen las prácticas de la religiosidad popular, pero actos como el vivido estos días en Montserrat ¿Hace que trascienda la labor de las cofradías más allá del campo pastoral?
Sí, estos actos trascienden. Solo hay que ver la repercusión informativa de la peregrinación a Montserrat. Las hermandades y cofradías, si se hacen presente de una forma correcta en los medios de comunicación, pueden contribuir grandemente a la evangelización, a dar a conocer a Jesucristo, que es El Camino, la Verdad y la Vida, y la labor de la Iglesia. Las hermandades ofrecen al mundo una alternativa a la deshumanización creciente de este mundo, ya que son un espacio de encuentro con Dios, de fraternidad, de esperanza y de misericordia.
Para acabar nos gustaría tener una valoración suya más personal de lo acontecido. Muchos hermanos de Montserrat, nos decían que además de cansancio por la intensidad de lo vivido durante esos días (bendito cansancio) se llevaban la sensación de satisfacción por lo hecho. ¿Qué sensación le queda a usted de estos tres intensos días y como recordará este hecho histórico?
Me queda una alegría enorme en el corazón y un gran sentimiento de esperanza. Me emocionaba ver tantos fieles y devotos de Cataluña y de todo el mundo, visitando a la Virgen, poniendo velas de ofrendas, abarrotando la iglesia en las misas, conmocionados por la inconmensurable belleza de la liturgia de Montserrat… Doy gracias al Señor por permitirme participar de estos días tan especiales, Sevilla peregrinando a Montserrat, y me encomiendo a la Virgen para mi labor con las hermandades.